Responsabilidad social

Consultoría y formación sobre Responsabilidad Social y Auditorías de Primera y Segunda Parte (Pilar Smeta II y Pilar IV; BSCI; Códigos de Conducta; ISO 26000; Conducta del Informe Social; Análisis del Impacto en las Partes Interesadas)
Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es, según la Comunicación de la UE nº 681 de 2011, “la responsabilidad de las empresas por los impactos que tienen en la sociedad”.
Según la Unión Europea, una vez más, la responsabilidad social de las empresas o el espíritu empresarial socialmente responsable significa satisfacer las necesidades de los clientes y saber gestionar al mismo tiempo las expectativas de otras partes interesadas, como el personal, los proveedores y la comunidad local de referencia.
El elemento distintivo de la RSC es el de combinar la responsabilidad económica con la responsabilidad social, que crea valores tangibles e intangibles, para todo lo que rodea a la empresa. Valores ganadores para la empresa, para las personas, para el territorio y para el medio ambiente.
La RSI es la aplicación de varios principios:
– sostenibilidad: uso consciente y eficiente de los recursos ambientales como bendiciones públicas, la capacidad de mejorar los recursos humanos y contribuir al desarrollo de la comunidad local en la que opera la empresa, la capacidad de mantener un desarrollo económico de la empresa a lo largo del tiempo.
– Acciones llevadas a cabo más allá de las obligaciones legales.
– transparencia: escuchar y dialogar con los diversos interesados directos e indirectos de las empresas.
– calidad: en términos de productos y procesos de producción.
– integración: visión y acción coordinada de las diversas actividades de cada dirección y departamento, horizontal y verticalmente, sobre objetivos y valores compartidos.
– A continuación se presentan los principales factores impulsores que deberían conducir a la adopción de una cultura empresarial orientada a la RSE.
– Creciente demanda de calidad, en términos de procesos, productos, servicios, relaciones, por parte de los consumidores-clientes, empleados, proveedores, autoridades locales, el mundo financiero, la sociedad civil.
– Directrices internacionales (ONU, OIT, CCI) y comunitarias (UE), redes empresariales, que requieren cada vez más una mayor integración de la sostenibilidad ambiental y social.
– La necesidad de innovación transversal en las empresas para seguir siendo competitivas a lo largo del tiempo.
– La necesidad de distinguir y realzar la marca no sólo en términos de producto, sino también como una cultura y una reputación comercial, un elemento distintivo y de credibilidad hacia el consumidor, y un factor de mayor competitividad.
Necesidad de destacarse estratégicamente de los competidores para tener una mejor reputación, tanto en términos de beneficios comerciales como sociales.
Factores intangibles como el crecimiento intelectual, profesional y relacional de los empleados y colaboradores (capital social de la empresa) considerados como elementos cruciales para el éxito de la empresa a lo largo del tiempo